El Reporte de Sustentabilidad 2020 de Ternium describe la respuesta de la empresa y sus empleados a la pandemia de COVID-19.
El reporte destaca la meta de descarbonización que la empresa adoptó en febrero pasado como parte de su estrategia de cambio climático.
El Reporte de Sustentabilidad 2020 describe y analiza las iniciativas de Ternium para mantener operaciones sostenibles en el largo plazo, como su ruta de descarbonización, el nuevo plan de inversiones en proyectos ambientales y la respuesta de la empresa y sus empleados a la pandemia de covid-19, junto a las comunidades.
“El desafío de la pandemia involucró a cada aspecto de nuestro negocio y afectó a todos nuestros empleados; sin embargo, al mismo tiempo ha sido una oportunidad para poner a prueba la resiliencia del enfoque de gestión a largo plazo y la sustentabilidad de nuestra empresa”, escribe Paolo Rocca, presidente de Ternium, al comienzo del informe.
En este contexto mundial, la preocupación por el cambio climático y otros aspectos de la agenda de sostenibilidad ha crecido. En febrero de 2021, Ternium anunció el objetivo de reducir la intensidad de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 20% para 2030, una meta de mediano plazo como parte de un compromiso de continuar descarbonizando sus operaciones en el largo plazo.
“Como productor líder de acero plano en América Latina, reconocemos el impacto positivo que podemos tener en la salud de nuestro planeta y los beneficios que puede proveer a nuestro negocio ser responsables con el medio ambiente. Estamos orgullosos de continuar apoyando la transición mundial hacia la energía renovable”, señala Máximo Vedoya, CEO de Ternium, en el informe.
La empresa ha invertido 142 millones de dólares en los últimos cinco años en proyectos de mejoras en la calidad del aire.
Ruta de descarbonización
Para alcanzar la reducción de emisiones de CO2, la empresa plantea iniciativas como aumentar el uso de energías renovables; incrementar el uso de chatarra y reciclaje del acero; expandir la capacidad de captura de dióxido de carbono en los procesos de reducción directa (DRI) y priorizar las tecnologías de producción de acero de menor emisión específica.
En 2020, la intensidad de las emisiones de dióxido de carbono en la producción de acero bruto de Ternium, en los alcances 1 y 2, fue de 1,7 toneladas de dióxido de carbono por tonelada de acero producida, un 2% menos que en 2019, un reflejo de las medidas temporales adoptadas para hacer frente a las interrupciones causadas por la pandemia.
Ternium señala que sus iniciativas para reducir la huella de carbono están alineadas con los compromisos de los países en los que opera, para contribuir a la consecución de los objetivos del Acuerdo de París adoptado en la conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático.
La empresa también está trabajando en el diseño de una hoja de ruta de desarrollo de productos, apuntando a incrementar su oferta de productos de acero sofisticados, resistentes y livianos para aplicaciones en una economía de bajo carbono.
Mejoras en el desempeño ambiental
En febrero de este año se aprobó un nuevo plan de inversiones de 460 millones de dólares en materia ambiental, destinado a proyectos para mejorar el control de las emisiones de material particulado, la gestión de materias primas y el control de calidad de agua en las principales operaciones en México, Brasil y Argentina.
En cuanto al reciclaje del acero, que juega un papel clave en la reducción de las emisiones de carbono, en 2020 Ternium utilizó 2,6 millones de toneladas de chatarra para producir acero nuevo con todas sus propiedades, que representan el 27% de su producción de acero bruto.
En cuanto a la calidad del aire, la empresa ha invertido 142 millones de dólares en los últimos cinco años, la mayor parte destinada a proyectos para mejorar la captación y tratamiento de las emisiones de material particulado en las instalaciones, especialmente en México.
Por otra parte, el uso de coproductos para reducir la producción de desechos se consolida como una iniciativa que promueve la economía circular y reduce el consumo de materia prima y energía. Por ejemplo, la escoria granulada, gases y polvos que se generan en los procesos son vendidos y reutilizados por industrias como la del cemento o para producir energía eléctrica. En 2020, Ternium logró una eficiencia de los materiales del 99.6% en sus operaciones, con la generación de 4.7 millones de toneladas de coproductos.
En febrero de 2021, Ternium anunció el objetivo de reducir la intensidad de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 20% para 2030.